LA LUZ AL FINAL DE LAS QUIMIOS✨

¡Holi!

Pues tenemos toda la mañana sin luz e internet en la oficina, así que aprovechando que no tengo trabajo pendiente y que sólo puedo usar word y notas, les cuento un poquito del fin de mi tratamiento de quimios.

Les cuento que cuando inicié este blog, mi intención fue compartir mi experiencia con otras personas que estuvieran pasando por lo mismo para que supieran un poco lo que se puede esperar durante este tratamiento, sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, lo fui dejando, y ahora que estoy en otra etapa, me siento un poco como “viviendo en el pasado” al contarles algo que siento que ya viví.

Pero aún cuando es algo que yo ya viví, y de cierta manera está en “mi pasado”, la realidad es que hay muchas personas en todo el mundo que apenas están comenzando a lidiar con todo lo que implica un diagnóstico de cáncer. Es por ello que aquí sigo, contándoles y escribiendo para esas personas que están por iniciar, eso que yo ya viví. Es para ustedes mi blog y no saben lo feliz que soy de que compartan conmigo sus historias.

Mi sexta y séptima quimios no fueron más difíciles que las primeras, en un principio mi doctora (que se jubiló en el tiempo de mi sexto ciclo de quimioterapia) me programó para recibir 8 ciclos, sin embargo, al acudir a mi octavo ciclo, el nuevo doctor me explicó que cada médico tiene un enfoque distinto, que la quimioterapia “roja” que era la que yo había estado recibiendo, tenía la posibilidad de causar algún daño cardiaco como efecto secundario después de recibirla por demasiados ciclos, por lo que de acuerdo a su criterio médico, daba por concluido mi tratamiento con los 7 ciclos que había yo recibido (casi lloro de felicidad en ese momento). Me dio mi hoja de transferencia para iniciar con radiaciones y me programó cita para el término de éstas.

¡El primer capítulo estaba terminado! Había yo sobrevivido a las quimioterapias, y no solo había sobrevivido, seguía siendo tan yo como antes de iniciarlas; una versión con poco cabello y varios kilos de más, pero yo al fin y al cabo. ¡Qué bendición tan grande!

Para quienes me leen y están pasando por ese proceso, podrán imaginarse la felicidad que sentí al terminar mis quimioterapias, fue como cruzar una línea de meta imaginaria, y aunque aun faltaba parte del camino por recorrer, no podía dejar de sentirme muy muy contenta.

Así fue como sin saberlo, el 25 de julio de 2019 recibí mi séptimo ciclo de quimioterapia sin saber que sería el último, y con esto quisiera mandarles mucho ánimo desde aquí, invitarlos a que nunca olviden que no importa lo difícil que sea el camino, siempre habrá luz al final.

En mi siguiente post les platico cómo me fue con las radioterapias.

¡GRACIAS POR LEERME!

Les dejo besos💋